Lo mejor, y lo peor, por que no decirlo, de lo vivido, sentido, experimentado, sufrido y disfrutado, durante el paso de los humanos por el camino de la vida, es lo que al final queda en la memoria, el recuerdo.
En la villa de Llanes ya hace unos cuantos años, el artista vasco Agustín Ibarrola,
plasmo a modo de memoria colectiva, en los grandes bloques de hormigón que sirven de protección del dique de abrigo del puerto de esta villa asturiana ,la forma de vida, el paisaje ,tradiciones y cultura de los llaniscos, siempre desde el punto de vista del artista.
El trabajo esta realizado con pintura náutica, especial para embarcaciones y otras construcciones marinas.
Esta obra de grandes dimensiones se puede observar y disfrutar desde diferentes puntos de la villa, también es visible desde el mar,o desde el aire. Mire desde donde se la mire, el colorido reflejo de estos Cubos de la Memoria no dejan indiferente al espectador.